1/11/10

Ex...

Como en las mil noches,
regresas agitando,
y esgrimiendo tus olas,
agonizas en lecho,
destilando en silencio,
el humor de tu cuerpo.

Inocente resbalas,
pubescente,
la penumbra concomitante,
del caos,
mientras recito de nuevo tu nombre.

Como la noche,
te vistes de velo,
y en celo,
aturdido en el vacío de tu vientre,
infierno entre piernas,
estallando,
como astro abrazado a su orbita,
en el paraíso,
dirimes la controversia,
el acérrimo encuentro.