8/1/10

Hace Frío...


Hace Frío y...
Es la Inmensa obscuridad de este parque,
que en solitaria banca me sorprende,
tan solo el  gélido ambiente y tus recuerdos,
me acompañan.

Es tan triste y vacía esta noche,
que solo el tibio fulgor de la Luna,
aspira a darme luz y consuelo
en este nublado cielo.

Con inusitada saña cae la nieve,
y es su blanco manto,
el que cubre toda huella de mis pasos,
como alentándome al olvido.

Temerosas,
las pocas  aves,
en presuroso vuelo regresan a sus nidos,
como a ti vuelan mis recuerdos,
buscándote.

La eterna tristeza,
que me invade,
es mi compañera,
y vieja amiga,
solo tu recuerdo y abandono prevalecen,
hundiéndome más.

Como en involuntaria llovizna,
brotan lagrimas por mis ojos,
que ya no pueden salir,
y solo asoman temblorosas,
en hielo convertidas.

En mi rostro,
es el gélido viento que llega,
es afilado y cortante,
no hay canto en él,
ya no lo siento,
ni me importa,
solo se lleva en su viaje el mensaje,
de mi triste lamento.

Así como las hojas,
que alentadas por el viento,
sin dueño son,
así es mi mirada,
en tu búsqueda perdida.

De nuevo,
siento el frío,
así como fría es tu ausencia,
cala hondo  y ...  profundo,
recordándome como es,
no sentir tu presencia.

Entre sueños y conciencia aun te pido,
vuelve,
regresa ya,
da tu calor a este ser.

Ya no quiero sentir,
más de esta espesa e irrespirable neblina,
llena de angustia y de duda,
que nubla toda mi vida,
como en esta obscura noche,
tan sola y tan ... Fría.

Cuando te veo...

Cuando te veo...    
veo al viento y su pureza,
veo a la miel y su dulzura,
veo al agua cristalina,
veo a el encanto y tu finura.

Cuando te veo...
veo destellos y luz de estrellas,
veo tus ojos de esmeralda,
veo al más bello de los sueños,
veo que engalanan tu mirada.

Cuando te veo...
veo tu andar tan candoroso,
te veo dulce y temblorosa,
te veo ante este amor que nos alumbra,
veo  tu luz tan primorosa.

Cuando te veo...
te veo como eres,
te veo apasionada,
te veo y a tus aires de ternura,
te veo como flor en primavera,
te veo en lluvia intensa en mi quimera.

Cuando te veo...
veo al encanto que tú tienes,
y es que siendo tan hermosa,
aún no sabes que lo eres,
y  si sabes que lo eres,
es que más hermosa aún,
veo que eres.

Pasión Infiel...

Cómplice,
y obscura noche nos cobija,
escondidos del mundo,
tú del tuyo,
yo del mío,
puede más,
la sangre que la mente,
y este cuerpo ardiente,
que saboreando al tuyo,
ve como te desnudas lentamente,
la respiración se agita,
el corazón late,
y en mí,
los miedos,
de vivir el instante.

Sin mayor promesa,
ni futuro,
dos cuerpos se reclaman,
sepultando la conciencia,
que aturde a mi mente,
y me dice sal de aquí,
desnudo ya,
solo deseo tenerte.

Hipnotizado me siento,
tu aroma me embrutece,
ya no quiero pensar,
a sabiendas que hago mal,
ya tus manos me acarician,
y las mías que se desbordan,
abrazándote firmemente,
en búsqueda de rincones,
escondidos en tu piel.

Es mi cuerpo el que vibra,
al sentir tu roce,
mi lengua invade tu boca,
y tu aliento se pierde en mí,
tus senos y pezones erguidos,
desafiantes,
embarrados en mi pecho,
que los siente y acaricia,
cediendo el espacio a mis manos,
que los atrapan con lujuria,

Cierras tus ojos,
y te entregas plena,
dejándome hacer,
solo sintiendo,
y el estallido de tu voz,
con suspiros que aumentan,
en tono y frecuencia,
pidiendo y deseando,
no esta lejos nuestro momento.

Atrapo tu silueta,
y arrinconada a la pared,
hirviente tu vientre me espera,
bebo incansable de tu fuente,
toda la miel que de esta emana,
cabalgas ya sobre mi boca,
y son tus Ríos que buscan cauce,
gozando aún, con tu recato luchas,
y yo, que solo escucho,
como vibras sobre mí,
te acerco con más fuerza,
te aprisiono y te cerco,
ya solo espero el momento,
que un gemido exhales,
y te vengas en mí.

Tu cuerpo quedó aún más cerca,
el calor y el olor,
se palpan,
quieres sentirme,
y yo que  esperaba el momento,
de estar dentro de ti,
te siento,
ahora sudas y gritas,
espasmos en tu cuerpo,
y ríes,
cubierta de besos, ríes.

Rendida estas,
y en tus ojos,
la mirada que invita,
y tu cuerpo me entregas,
sonriendo una vez más,
en mil formas,
tu cuerpo me das,
te acepto y te gozo,
y me hundo en ti,
una y otra vez,
temblando estoy,
aún ávido de ti,
dame más,
y tú,
complaciente te brindas,
y es tu cuerpo,
que ahora sobre el mío,
en frenético vaivén,
fusionados en insana pasión,
adictos ya,
a este oculto momento.

Una Rosa...

Contemplando al cielo,
orgullosa y límpida,
el alma elevas venturosa,
en impecable y armónico tono,
rosa pura,
manantial en mi desierto,
mi corazón palpita,
al descubrir tu encanto.

Bella flor,
fantasía de forma,
hechizo que seduce,
dama hermosa de apasionada estampa,
corazón de niña en cuerpo de diosa,
esbelta figura y cristalina textura,
de seda envuelves mi alma,
y quebrantas la razón.

Intensa como rojo carmesí,
con suave aliento,
y mágica caricia,
entregas a quien te mira,
manto multicolor,
tiñes mi campo de alegía.

Engalanas con lozanía,
cada mañana de mi vida,
en tus pétalos Ambrosía,
pleno el campo de tu alegría,
tu rocío de miel,
rueda como perlas a mi boca.

En mística luz de luna,
me aprisionas con tu encanto,
en mágico destello,
me robas el aliento,
yo tu esclavo,
tú mi tormento.

El roce de tu delicada piel,
suave cariño al sentir y mirar,
la belleza extrema,
florece el sentimiento,
cuando como el aire pasas,
impregnando todo,
de tu arrebatadora esencia.

Anonadado espero dichosa flor,
de tu cuerpo poseer el alma,
acariciar tu rostro,
y de tu boca la inspiración beber,
leer en tus ojos que son mis versos,
para escribirlos sobre tu piel.