10/12/09

Como el Viento...

Como el viento...

Incansable te mueves,
nada detiene tu andar,
suave en tímida brisa,
o fuerte como el huracán.

Como el viento llegas,
a mis lagos y mares,
caprichosa y cálida,
apaciguas mis aires.

Vienes en un soplo,
de pétalo y rosas,
o en afilada tormenta,
de espinas hirientes.

Eres mi viento,
y galopas mis aires,
mi corazón ya siente,
tu aliento candente.

Ventisca de amor,
que traspasas mis aires,
vuelas mis sueños,
que adormecidos estaban.

Perfumas mi  aire,
con divina fragancia,
y envuelves mi cuerpo,
en tu aroma de azahares.

En torbellino vehemente,
que mueve a mi ser,
es brisa que lleva tu aliento,
es susurro que me da el sustento.

Como al viento,
a ti te siento,
y a él, que nunca puedo verlo,
como a ti, te veo y siento.

Y siento,
que como el viento,
volaras,
en vano intento,
búsqueda perenne de libertad.

Cierra tus ojos,
ven y siente,
déjate mecer,
en mi viento.

1/12/09

Resentimiento...


En la vida cotidiana,
hay momentos que nos cambian,
sin mediar escollo,
de cordialidad o indiferencia,
se brinca al odio,
con inusitada frecuencia.

Es resultado,
de ideas diferentes,
a veces nos hacen algo,
en otras solo lo sientes.

Es algo terrible,                   
que como un diablo interno aparece,
siempre presto a influir,
en cualquier momento,
este sale a relucir.

Es también un monstruo,
al que se da el tamaño que se desee,
se  alimenta de falsas ideas,

de quejas y supuestos,
y en la aberración,
nubla la mente con rabia,

la llena de autocompasión.

Es algo muy interno,
presente en cada quien,
algunos  lo  manejan,
y no permiten su llegada,
así les va muy bien.


Con razón o sin ella, 
otros no pueden con él,
aflora al primer instante,
y los conquista la hiel.

Es difícil de evadir,
se nutre de nuestro orgullo,
se  encaja muy profundo,
el perdón y tolerancia sus enemigos,
envidia y mente su territorio mas fecundo.

Quien no perdona,
sin darse cuenta se aísla,
nunca puede olvidar,
dedica su tiempo a odiar,
su vida deja de gozar.

Es el resentimiento,
este sentimiento tan lacerante,
al que no debemos permitir ser habitante,
y expulsarlo en ese mismo instante.



Imagen:
Resentimiento
1947
Nicolas de Staël
1914-1955

El discurso del resentido dice, palabras más, palabras menos:
He sido excluido del banquete de los elegidos pese a que soy superior a ellos; los elegidos me odian y me tienen miedo; yo, por lo tanto, les correspondo.

Tomado de:
Elespectador.com 
El resentimiento
Por: Andrés Hoyos


Pérfida...


A mi lado llegaste,
y mucho trabajo costaste,
tenerte no fue fácil,
de eso te encargaste.

Tantas voces en mi oído,
ten cuidado me dijeron,
es mujer muy veleidosa,
en su haber, a nadie ha querido.

El amor es como un capricho,
no se pierde hasta cumplirse,
no cejé hasta obtenerte,
mi deseo sé a cumplido.

La edad no importa me dijiste,
me gustan los hombres maduros,
en el amor y en el dinero,
son centrados y seguros.

Interesada y veleidosa,
y vaya que me lo hiciste sentir,
interminables tus demandas,
mi chequera empezó a sufrir.

Al pasar del tiempo,
nada cumpliste,
ni hijos, ni amor, ni sexo,
solo gastar pudiste.

Cuantas veces por las noches,
que por tenerte te inventé,
imaginando tu perfume,
que en mi sueño elaboré.

Ya nada te importaba,
solo deseabas a tu manera vivir,
ni siquiera las apariencias,
te interesaba cubrir.

¿Y que sientes?


Que sientes,
ahora que casi estoy muerto,
cuantas veces lo deseaste,
infinitas veces lo pediste.

Que sientes,
cuando postrado me ves,
alicaído y enfermo,
derrotado a la vez.

Es la vida que se acaba,
y cuantas veces lo quisiste,
hoy por fin,
tu deseo a punto de cumplirse.

Este Hombre,
que hasta hoy esperó
y a los besos prometidos,
esos que jamás llegaron,
por no ser correspondidos.

La ineludible muerte que se acerca,
solo acrecenta mi sed por ti,
en esta soledad desértica,
gran final está cerca.

Pero aún tengo una fuerza,
una venganza pueril,
ni de esta casa ya soy dueño,
y con las tarjetas hasta el cuello,
las cuentas que te dejo son mi sueño,
esto sí, que suena bello.

28/11/09

Mujer.

Gozaré de tu cuerpo
como gozo de tu ser.

Tomaré tu alma y te haré mía,
en este atardecer.

Hambriento de tu amor constante,
de tu templo imploro un instante.

Sueños que queman mi piel,
ansió tocarte también.

Bebiendo de tu miel divina,
el gozo que se avecina.

27/11/09

Carta a un papa Amoroso, (una carta imposible de terminar)

De mi padre ahora muerto, el mejor recuerdo del hombre.

No pude tener mejor padre, hombre leal, amigo, guía, tutor, protector y más.

Hombre de familia, eterno luchador, padre de 9, además de amigos, arrimados, perico y perro, mi casa fue casi un hotel, lleno de refugiados, primos, amigos, nunca lo escuche quejarse por ello,  siempre el consejo , la palabra, la mirada, el tiempo para escuchar.

Lo recuerdo con una claridad sorprendente, lo tengo tan fijo en mi mente, las imágenes de compañía, de amor, la paciencia que me tenía no sé cómo le hacía, yo con 3 apenas si respiro.

Hombre de lucha, sin la oportunidad de estudiar, en un mar de gente se perdía, la superación la obtuvo de su carácter, de su empeño por ser mejor, de su necesidad de ser mejor hombre, esposo, padre y amigo.

Estudioso permanente, lector incansable, debido a su pobre presupuesto, siempre pidiendo y rescatando libros  por arrumbados o deshojados que estuvieran, estudió por correspondencia, en tiempos  casi de las carretas, tenia que ir en búsqueda de sus lecciones, Contabilidad y  Taquigrafía, dominó el Inglés impensable en sus tiempos, todo el mundo solo yes  ó  what decía, conocimiento que le valió conocer Nueva York,  hasta tejer a dos manos sabía. Vendió e hizo de todo, en su natal Aguascalientes, repartidor de cerveza, ferrocarrilero, ambulante, vendió frutas picadas en un puesto improvisado todo era poco en su afán de salir adelante.

Siempre dispuesto a enseñar, ayudaba y  viéndome en silencio  sonreía, como diciéndome hijo cuando aprenderás.

El tiempo nunca es suficiente, Enfermaste y te fuiste joven, ahora al verme de tu edad así lo comprendo, antes escuchaba a la gente decirlo, no lo entendía, hoy sé bien por qué.

26  ó  27 años ya ni sé,  nunca pude llevar la cuenta, en mis visitas a tu espacio, me invaden sentimientos contradictorios,  presencia y  ausencia,  plenitud  y  nostalgia,  amor  y  vacío,  música  y  silencio.

Ahí contigo encuentro el consuelo y compañía que busco,  conservas el toque mágico de  soporte, de hablar en silencio,  eres buen  escucha,  comprendes el momento, estas lejos lo sé, aun así , te siento cerca.

Pasa el tiempo  y  tu recuerdo cada día está más vivo, lleno de vivencias,  recuerdos, palabras y gestos.

Sentirte a mi lado, siempre, a mi lado y tu ausencia se siente.

Hay momentos de mi vida,  en que te extraño más, en fiestas o tristezas me falta tu mirada, tu compañía, el  consejo oportuno, la palabra precisa o ese gesto que tenias de aprobación y apoyo en el momento exacto.

Dicen que recordar es vivir y no sé si esa definición se ajuste a mi concepto,  porque yo no te recuerdo,  te vivo aún, no entiendo por qué se habla de recuerdos si yo te tengo tan vivo en mí,  basta mirarme dentro y una avalancha de ti encuentro.

Sigues vivo
dentro de mi pecho
más aún más a cada día,
en tus huellas,
en tu risa.

Sigues vivo
en el cariño que sembraste,
sigues vivo en mi corazón,
en mi día.

Sigues vivo
en el amor que te profeso,
en mi razón,
entre la niebla te distingo.

Sigues vivo
y  cosechas diariamente
de este amor que me sembraste,
que tan cuidadosamente  fertilizaste
hoy madura eternamente,
José Adolfo, Padre mío.

23/11/09

Soy tu Puerto


Y dime tu,
que es la nada?
es tan solo tu ausencia,
ó que es el miedo?
es tan lejos sentirte.


Eres tan mío,
y a la vez,  tan ajeno,
eres y no eres,
amor y mentira.


El amor que sientes,
es amor a destiempos,
que huele al mar,
y me deja salado sabor.


Pasajeras son tus letras,
y de navío sin puerto,
que solo florecen,
de tiempo en tiempo.


Como el rocío  llegas,
me inundas de primavera,
soy flor de tu huerto.
y en la madrugada
de mi lecho cosechas.


en esta larga espera,
de amor sin medida,
con la marea vienes,
también ella te lleva.


Aquí estoy, soy tu puerto,
ven, cierra esta herida,
que fiel te espero,
y a tu nueva... partida.